Neurocosmética y la química de la felicidad

Neurocosmética y la química de la felicidad

En la última década se ha desarrollado una nueva tendencia en la industria cosmética que lleva la participación de la química hacia un nuevo nivel de innovación: la neurocosmética, también conocida como cosmética de las emociones.

Aunque algunas fuentes refieren que el concepto de neurocosmética se planteó por primera vez en 2007, por parte de la Sociedad de Químicos de Cosméticos de Nueva York, existe un artículo de 2006 de la marca cosmética Soliance, publicado en la revista Cosmetic Science and Technology, que ya abordaba el término neurocosmética en la que presentaba el desarrollo de dos ingredientes activos que, según la marca, consideraran al individuo en cuerpo y mente.

La neurocosmética se basa en ciertos conocimientos de la neurociencia, a fin de desarrollar ingredientes bioactivos que estimulen la producción de ciertos neurotransmisores que actúan, tanto para la preservación de la red neuro-cutánea, como para aportar estímulos sensoriales ligados al bienestar emocional del consumidor, lo cual, según los estudios, favorece las cualidades estéticas y fisiológicas de la piel.