De acuerdo con los expertos de la ONU, hay suficiente agua para satisfacer las necesidades globales, pero se requiere de un cambio profundo en el modo en que se usa y se gestiona este recurso. Así, la crisis del agua es mucho más un tema de gobernanza que de escasez.
En este sentido, el tratamiento y reúso del agua toma una importancia tal, que sus implicaciones tienen efectos a niveles sociales, políticos, económicos y ambientales.
En el sector industrial, el agua se utiliza en diversos procesos productivos, como en propósitos de refrigeración o enfriamiento, o para limpieza y lavado de maquinaria y equipo.
De acuerdo con la Unesco, la demanda mundial de agua para la producción industrial aumentará 400% entre el año 2000 y 2050, debido principalmente a las economías emergentes y a los países en desarrollo.
En América del Norte, y en particular Estados Unidos de América, se utilizan más especialidades químicas para el tratamiento del agua que en Europa y Japón, en particular, coagulantes y floculantes orgánicos. Europa y Japón prefieren las soluciones técnicas y de ingeniería.
Tendencias en tratamiento de aguas
China destaca como el país con mayor desarrollo en el ámbito del tratamiento de agua, con el mayor crecimiento en las inversiones nacionales y extranjeras. Una tecnología que ha crecido notablemente para la desalinización y tratamiento de agua potable es el uso de membranas, que requiere relativamente pocas cantidades de productos químicos especializados, pero mayor inversión en capital.