Sector Plástico 2022
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En defensa de los plásticos y sus alternativas de recuperación: biodegradación y consumo
En 2019 se aprobó una reforma a la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México con el propósito de prohibir los plásticos de un solo uso. La primera etapa empezó con la prohibición de las bolsas plásticas como empaque en 2020, y la segunda etapa, en 2021, prohíbe productos desechables como platos, vasos, cubiertos, popotes, hisopos, globos y empaques para alimentos.
El motivo principal fue “el fomento del consumo responsable” y “minimizar el impacto ambiental”. Uno de los argumentos más recurrentes fue el papel del plástico en los residuos urbanos, el aumento de su consumo y su origen, a partir de los combustibles fósiles.
El sector del plástico bajo la Ley de Residuos Sólidos
Sin embargo, esta decisión impactó negativamente al sector del plástico que forma parte de la industria química, que argumenta que el plástico no es el enemigo a vencer y que las “opiniones ecológicas” han fomentado leyes y percepciones sociales que no corresponden a la realidad científica.
Argumentan que pasó de la “democratización” del progreso en la era del siglo XX a la “demonización” del residuo en el siglo XXI, sin considerar aportes sociales y ambientales como:
El plástico como residuo
El aumento de la población y su nivel de consumo han fomentado el uso del plástico. En México representa cerca del 12% del total de los residuos sólidos urbanos y su consumo per cápita es de 1.2 kg/día.
La disposición final en vertederos de este residuo es la principal preocupación por su impacto ambiental, bajo la premisa de que los plásticos tardan unos 500 años en degradarse. ¿Esto es verdad? ¿El plástico solo puede terminar como residuo?
La biodegradabilidad de los residuos
Esta problemática ha despertado interés general sobre la degradación de los materiales, convertidos en residuos. Es cada vez más popular saber de alternativas como materiales “biodegradables”, “bio-basados”, “plásticos verdes” o “bioplásticos”, pero, ¿qué es la degradación y cómo ocurre?
Sin embargo, alrededor de esta alternativa se han generado creencias a nivel social e institucional sobre qué esperar de los plásticos convencionales, degradables y biodegradables que no necesariamente corresponden a la evidencia científica. Compartiremos las más relevantes (ver gráfica 1).
Gráfica 1. Creencias sobre qué esperar de los plásticos
Fuente: Resumen Ejecutivo Degradación y Biodegradación, ANIQ, Cipres, 2018
El relleno sanitario siempre es la última opción
Sí. La desconocida vida de los plásticos obedece a que las políticas públicas han optado por la disposición final en los rellenos sanitarios y la prohibición en el consumo como las principales medidas. Hay otras opciones como:
Para alargar la vida útil de los plásticos se requiere la puesta en marcha de todas las etapas de aprovechamiento de los residuos, donde la industria química tiene una gran tarea en innovación y producción (ver gráfica 2).
Gráfica 2. Etapas de aprovechamiento de los residuios
Una realidad en Europa es la reducción en 38% de los plásticos en los rellenos sanitarios, que ha significado un aumento de recuperación energética del 46% y un aumento del 64% en reciclaje.
Pero, ¿qué tan reciclable es un plástico? Depende de su estructura molecular. La mayoría de los termoplásticos se funden al calor, el requisito principal del reciclaje, y dado que el 80% de los plásticos consumidos son de este tipo, es posible afirmar que la mayoría son reciclables.
Tanto la biodegradación, como el reciclaje en todas sus formas son estrategias viables en el manejo de recursos del residuo plástico, no solo como una solución ambiental, sino como una nueva actividad económica con nuevos beneficios, así como una oportunidad para innovación. Para lograrlo es necesario superar las barreras de la opinión pública, las dificultades logísticas de recolección, las fluctuaciones en los precios y la debilidad en el marco legal y los estímulos fiscales, que deberán ponerse sobre la mesa del debate público.
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La degradación de un material significa la pérdida de sus propiedades por medio de factores externos y su composición química en velocidad variable. La biodegradación se produce por medio de microorganismos o enzimas en materiales con un nivel alto de carbono.
