Sistema Mundialmente Armonizado para Etiquetado y Comunicación de Peligros de los Productos Químicos (GHS)
Los productos químicos están presentes no solo en el ámbito industrial, sino que abarcan la vida cotidiana día tras día y en diferentes formas. A pesar de parecer inofensivos, los riesgos que conllevan aún están lejos de ser regulados en su totalidad y de manera eficaz.
Debido a los reportes de daños a la salud humana y al ambiente, las naciones y diversas organizaciones se vieron obligadas a diseñar políticas internacionales de gran alcance que permitieran la gestión estratégica de las sustancias químicas.
Casos como el del plomo, el mercurio, el DDT y otros plaguicidas fomentaron el inicio de programas para regularizar o descontinuar su uso. En los años 60 la presión de grupos académicos y de la sociedad impactó de forma determinante en la creación de legislaciones para el cuidado de la salud y del medio ambiente. Con el crecimiento de la actividad industrial, la necesidad de una normativa robustecida de alcance internacional para el control de perjuicios a los seres humanos y al ambiente debía ser instaurada.
En el año 2002, el Comité de Expertos del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas publicó y aprobó el GHS. Este sistema es una metodología que permite la adaptación a las legislaciones nacionales de los criterios homologados de determinación y clasificación de riesgos.
El Sistema Mundialmente Armonizado para Etiquetado y Comunicación de Peligros Químicos, conocido como GHS por sus siglas en inglés, se puede aplicar en todos los químicos peligrosos; está diseñado para la identificación y clasificación de peligros intrínsecos y su adecuada comunicación. Analizamos los beneficios de la aplicación del GHS, información que te ayudará a tomar mejores decisiones y brindará protección y seguridad a tu empresa.Los productos químicos están presentes no solo en el ámbito industrial, sino que abarcan la vida cotidiana día tras día y en diferentes formas. A pesar de parecer inofensivos, los riesgos que conllevan aún están lejos de ser regulados en su totalidad y de manera eficaz.
Debido a los reportes de daños a la salud humana y al ambiente, las naciones y diversas organizaciones se vieron obligadas a diseñar políticas internacionales de gran alcance que permitieran la gestión estratégica de las sustancias químicas.
Casos como el del plomo, el mercurio, el DDT y otros plaguicidas fomentaron el inicio de programas para regularizar o descontinuar su uso. En los años 60 la presión de grupos académicos y de la sociedad impactó de forma determinante en la creación de legislaciones para el cuidado de la salud y del medio ambiente. Con el crecimiento de la actividad industrial, la necesidad de una normativa robustecida de alcance internacional para el control de perjuicios a los seres humanos y al ambiente debía ser instaurada.
En el año 2002, el Comité de Expertos del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas publicó y aprobó el GHS. Este sistema es una metodología que permite la adaptación a las legislaciones nacionales de los criterios homologados de determinación y clasificación de riesgos.
El Sistema Mundialmente Armonizado para Etiquetado y Comunicación de Peligros Químicos, conocido como GHS por sus siglas en inglés, se puede aplicar en todos los químicos peligrosos; está diseñado para la identificación y clasificación de peligros intrínsecos y su adecuada comunicación. Analizamos los beneficios de la aplicación del GHS, información que te ayudará a tomar mejores decisiones y brindará protección y seguridad a tu empresa.